A menudo, trabajamos fuera de nuestro horario habitual y, en la mayoría de los casos, es porque no logramos aprovechar nuestro tiempo al máximo. Lee este artículo para aprender las mejores técnicas para la gestión del tiempo en el trabajo.
La técnica indicada para la gestión del tiempo puede ayudarte a potenciar tu productividad, pero elegir una que sirva para ti no es una tarea sencilla. Lee este artículo para encontrar la adecuada.
¿Alguna vez entraste a la oficina decidido a terminar tu trabajo, pero, en vez de eso, saliste deprimido por no haber hecho suficiente?
Bueno, a menos que seas un mago que puede congelar el tiempo, lo más probable es que te haya pasado.
Pero… ¿por qué ocurre? ¿Tenías tu agenda demasiado cargada? ¿O quizás la responsable fue esa persona negativa que afecta tu productividad constantemente?
Más allá del motivo, puedo decirte esto: ¡seguro que la falta de tiempo no fue la causa!
Todos tienen la misma cantidad de tiempo, pero lo que separa a los mejores del resto es su capacidad de aprovechar el tiempo al máximo.
A continuación, detallaremos tres técnicas de gestión del tiempo poderosas, para quiénes son ideales y los métodos que puedes implementar para incorporarlas al trabajo.
¡Comencemos!
Las mejores técnicas de gestión del tiempo para potenciar tu productividad en el trabajo
1. Matriz de Eisenhower: ideal para quienes no tienen orientación.
2. No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy: ideal para quienes procrastinan.
3. Bloques de tiempo: ideal para quienes se distraen fácilmente.
Técnica 1: matriz de Eisenhower
La matriz de Eisenhower implica separar lo que es urgente e importante de lo que no para priorizar las tareas.
Básicamente, esta técnica separa las tareas en cuatro cuadrantes distintos, cada uno con una estrategia de trabajo diferente:
Esto se traduce así:
C1: Cosas que no quieres hacer, pero que realmente debes hacer.
C2: Cosas que quieres hacer y que debes hacer.
C3: Cosas que quieres hacer, pero que no necesitas hacer.
C4: Cosas que no quieres hacer y que realmente no necesitas hacer.
Debes concentrarte o programar las tareas más importantes para lograr el objetivo final de filtrar las tareas menos importantes o urgentes, las cuales deberías delegar o no hacer.
¿Para quién sirve?
La matriz de Eisenhower es fantástica para quienes están perdidos y se encuentran dedicando mucho tiempo a tareas menores que realmente no hacen a la diferencia.
Lo que es más, esta técnica es ideal para personas como yo, que trabajan en múltiples proyectos distintos (piensa: redacción de contenidos, adaptación del blog de afiliados, etc.), ya que permite un flujo de trabajo más eficaz.
Por ejemplo, la matriz de Eisenhower para mi semana de trabajo sería algo como esto:
C1: Hacer
Artículos pendientes de clientes que pagan las cuentas.
C2: Planificar.
Publicaciones como invitado que no generan dinero, pero que ayudan a mi blog y a mi marca en el largo plazo.
C3: Delegar al software de facturación.
Mantenerme al día con facturas de clientes.
C4: No hacer.
Echar un vistazo a mis amigos en las redes sociales.
(¡Debo admitir que soy culpable de dedicar tiempo a los cuadrantes tres y cuatro! 😅).
Técnica 2: no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy
La mayoría de las personas tiene tareas en su lista de pendientes que probablemente quiere tachar y, si lo logran, sus días serán muchísimo mejores.
Sin embargo, estas tareas son para las que tienen menos motivación y las que probablemente más procrastinen.
Aquí es donde el método “no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy” entra en juego y ayuda a identificar la tarea más importante de la lista.
Ahora, no recomiendo que vayas por ahí haciendo todas las tareas que no te agradan, ya que este método se resumen en un concepto:
Identificar una tarea crucial por día y hacerla primero.
Eso no significa que no trabajes en otras cosas, pero la tarea más importante (y, a menudo, esa que es más desafiante y exige más energía y concentración) tendrá prioridad.
● Básicamente, cuando comiences tu jornada laboral, evalúa cuál es la tarea más importante o demandante.
● Luego, asígnale la prioridad más alta.
● Tu objetivo ahora es terminar la tarea antes de trabajar en cualquier otra cosa.
¿Para quién sirve?
El método “no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy” sirve para quienes se sienten sobrepasados y necesitan ajustar sus cronogramas de trabajo para abordar tareas que son realmente importantes.
Es más, este método es ideal para procrastinadores que suelen posponer lo más importante hasta la fecha límite, ya que los obliga a terminar esa tarea primero.
Por otro lado, también funciona con la técnica de la matriz de Eisenhower ya que el método “no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy” es básicamente:
C1: Cosas que no quieres terminar, pero que realmente debes terminar.
En mi caso, se trata de escribir artículos antes llegar a la fecha límite. ¿Y para ti?
Técnica 3: bloques de tiempo
Este es un método de planificación del tiempo que ayuda a potenciar la productividad mediante trabajo concentrado que se realiza en períodos específicos, es decir: bloques de tiempo.
● Primero, haz una lista de las tareas que debes terminar y estima cuánto tiempo te llevarán (pero ten en cuenta las tareas del tipo “debo terminar esto ahora” que pueden surgir).
● Luego, prioriza y asigna la parte necesaria de tu cronograma para finalizarlas.
● Por último, implementa los bloques de tiempo con tu aplicación de calendario favorita y haz los ajustes necesarios (si tienes problemas para respetar los bloques de tiempo asignados).
Esta técnica te da la claridad que, a su vez, permite un uso más eficiente y efectivo del tiempo y la concentración (dos recursos extremadamente escasos).
De hecho, las investigaciones son claras en que la mayoría de los trabajadores pueden ser realmente productivos durante unos 20 minutos por vez. Por eso, los bloques de tiempo son ideales para aprovechar al máximo este recurso finito y evitar malos hábitos como las multitareas o multitasking.
¿Para quién sirve?
El método de los bloques de tiempo es para quienes se desvían con frecuencia del camino definido y necesitan ayuda para concentrarse.
En última instancia, este método impone una jornada laboral más estructurada (deliberadamente) y esto te ayuda a entrar en ritmo mucho más rápido con una ética de trabajo profundo y distracciones mínimas.
No todo es tan importante como crees
Hay muchas técnicas de gestión del tiempo, pero al final del día, todo depende de tu capacidad de distinguir lo que importa y lo que no.
Como dice Brian Tracy, un experto en productividad: “Nunca alcanza el tiempo para hacer todo, pero siempre hay tiempo para hacer las cosas más importantes”.
Por eso, debes dejar de intentar hacer todo de una sola vez y fomentar el hábito de concentrarte en las tareas que realmente hacen una diferencia (sin importar lo incómodas que puedan ser).
Cuéntame:
¿Qué estrategias adoptas para el tomar control de tu tiempo? ¿Qué resultados has tenido? Espero tus comentarios.